INTRODUCCIÓN
Ser
emprendedor puede ser una experiencia muy satisfactoria, crear y hacer crecer
algo propio, con nuestras decisiones y esfuerzo, puede resultar muy
enriquecedor y a medio plazo rentable, pues lógicamente tenemos que mantenernos
y vivir. Para ello, lo ideal es que el emprendedor tenga un espíritu vocacional
y sea eso lo que le guíe a lo largo de su aventura empresarial. Emprender por
cuenta propia porque no queda más remedio siempre es peor lugar de salida que
emprender porque es lo que uno verdaderamente desea. El emprendedor precisa de
un carácter especial donde la ilusión sea el impulso principal de la
iniciativa, sin ella, no habrá recompensa, ni personal ni de otro tipo. Si uno
emprende porque "no tiene otro remedio" entonces debe cambiar su
forma de pensar, debe ver su futura iniciativa no como la última salida sino
como una estupenda oportunidad de hacer lo que quiere hacer y de tener algo
propio que perdure y sea el producto de su esfuerzo y su capacidad.
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